SURF ART DESDE REINO UNIDO

Encontrar nuestra pasión nos puede llevar un tiempo. Pero en general, terminamos por encontrarla.

Perseguirla es cosa de valientes.

Por ello, hoy os traemos la inspiradora historia de un artista de Reino Unido. Su nombre es Matthew Wigglesworth y hemos charlado con el.

¡Conócelo!

Surfer Rule: ¿Cómo empezaste en el mundo del surf art?

Matthew Wigglesworth: Fue en 2015, cuando una empresa de surf de Biarritz, BTZ, me compró unas piezas para utilizar para su cápsula de verano. Por aquel entonces yo tenía una pequeña empresa de camisetas llamada Salty Sliders.

No era nada serio, solo una forma de expresar mi forma de ver el surf.

My trabajo se publicó en algunos blogs del surf y mis camisetas se vendieron en algunas tiendas de surf. Las cosas fueron lentas pero yo estaba tranquilo. Tenía un trabajo y Salty Sliders era my hobby.

De pronto comencé a publicar mi arte en mi Instagram, que fue donde BTZ me encontró. Fui de viaje a Hossegor, los conocí y cuando vi que mis piezas estaban allí expuestas, no daba crédito. Para mi era irreal.

Justo después de este viaje, alquilé una pequeña casa en Dordogne, al lado de la costa, con el objetivo de pensar qué dirección estaba tomando con el trabajo. Fue cuando me paré a pensar, en un sitio tranquilo… ¡algo me hizo click! Me di cuenta de que era un artista y que debía perseguir esta pasión. Nunca más miré atrás.

S.R: ¿Cuál es tu fuente de inspiración?

M.W: No importa en donde estemos, en qué lugar vivimos, ciudad o país, en la montaña o al lado del mar hay vida. La vida es en sí, inspiradora. Estar vivo, poder ver y apreciar lo que está a nuestro alrededor cada día.

Por supuesto que me inspira estar en armonía con la naturaleza. Me tranquiliza y me ayuda a poner las cosas en perspectiva. La naturalez es pura y real, me da paz y eso es lo que necesito para crear.

Creo que es ahí donde todo empieza. Ir a surfear, o si no puedo, el simple hecho de estar en la naturaleza para encontrar la presencia. Además, también leo mucho y veo revistas de surf y libros cuyas imágenes alimentan mis ideas. La música de jazz es otro punto fuerte.

Pero, simplemente estar alrededor del surf me hace ver las cosas e inspirarme cada día.

S.R: ¿Cómo describirías tu arte?

M.W: Líneas simples y colores apagados. Un estilo relajado de la cultura del surf es en lo que quiero vivir.

Comencé tomando fotografías de surfistas y esto me hizo prestar atención a sus emociones antes y después del surf. Surfeando yo, no hubiese reparado nunca en estas emociones. Pero me di cuenta de ese “stoke” que todos conocemos que el surf crea y que contribuye a nuestro bienestar.

También percibí mejor los colores. Son todas estas cosas las que trato de capturar con mi arte. Trato de mostrar esa cultura de surf de la que yo quiero ser parte.

S.R: ¿En qué momento de tu vida, algo que comenzó como un hobby se convirtió en tu profesión? ¿Cómo fue esta transición?

M.W: Trabajaba de diseñador para una empresa de finanzas. Era un parte completamente diferente a mi. Los negocios, los trajes y la necesidad obsesiva de tener más dinero.

Recuerdo estar en muchas reuniones y conferencias, en hoteles muy caros, y pensar qué lejos me sentía yo de todo aquello. Me sentaba, y solo pensaba en surf. No tenía nada en común con estas mentes de negocios.

Después, me iba a surfear y me sentía en casa de nuevo, cómodo. No me gustó la transición y me sentía desgarrado cada día. Me pasé 5 años intentando saber qué hacer con mi vida, e incluso cuando tenía algún momento de inspiración, me llevó un tiempo comprometerme.

Un día, decidí ir a por ello y dejé mi trabajo por uno nuevo como artista. Tiempo después fui invitado a Japón para un festival, como uno de los 7 invitados. ¡Imagínate! Para mi fue increíble estar allí. Encontré mi hogar siendo artista. La transición, a parte del dinero, fue un momento muy especial para mi. Hubo y sigue habiendo muchas curvas de aprendizaje, pero unas a las que siempre les doy la bienvenida, y de las que nunca me arrepiento.

S.R: ¿Qué hay de especial en Gales que te inspire?

M.W: Gales es un sitio rural muy tranquilo. Todavía encuentras olas sin gente, y olas por surfear. Es un lugar increíble para la aventura y la calma. Es muy silencioso, en muchos sentidos, por lo que es un buen lugar en donde estar después de muchos viajes.

Cuando tienes campos con ovejas, caballos, vacas. Montañas, bosques para explorar y playas sin turismo, se convierte en un lugar muy especial. Los inviernos son duros. Llueve mucho. Pero tiene mucho de romance.

En invierno trato de viajar mucho para buscar sol y calor. No soy una persona de mucho calor. El surf frío, y después sentarse sobre un fuego para calentarse… tiene algo muy especial, real y salvaje.

S.R: ¿Qué significa para ti “living easy” ?

M.W: Siempre intento mejorar la forma en la que vivo y consumo mi vida. Y esto, es el hecho de vivir de forma cada vez más simple.

Me levanto temprano, cuando no hay ruido, practico yoga y medito. Después me tomo un té al ritmo de Babe Rainbow o Allah-las y miro el trabajo que tengo para el día. Surfeo si puedo, o voy en mi viejo Beetle del 65, a encontrar un sitio en donde caminar. A la tarde juego con la familia, hablo con amigos y cocino comida saludable.

Creo que vivir simple es estar menos consumido por el materialismo y más con vivir la vida de forma consciente. Ser un poco como el agua y tomar las cosas a tu ritmo.

La vida puede ser frenética, estresante y puedes sentir presión. Así que yo trato de hacer todas las cosas que me mantienen alejado de todo eso.

S.R: Surfeas con tablas retro, ¿cuáles son las mejores olas en Gales para este tipo de tablas?

M.W: Cuando funciona, Gales tiene olas increíbles de norte a sur y no hay mucha gente. El agua está fría, pero limpia. Hay todo tipo de breaks, desde secret spots hasta olas de longboard.

Gales tiene buen rollo, y es tranquilo porque está lejos de las ciudades.

Spots como Fresh West, Broad Haven, Rest Bay, White Sands y Gower, son increíbles. Cuando te sientas en tu tabla en el lineup, miras a tu alrededor y es todo verde, acantilados y tranquilidad.

S.R: Tus piezas estuvieron en galerías por todo el mundo. ¿Qué proyectos tienes en mente?

M.W: Estoy intentando otros estilos, me gusta experimentar. Las empresas para las que trabajo, les gusta mi línea, y eso me encanta. Entre mis proyectos, quiero crear ropa orgánica, pero está en proceso. Además, ¡escribir libros!

S.R: Para nuestros lectores, ¿dónde pueden encontrar tus piezas?

M.W: En muchas tiendas de surf y galerías a lo largo de la costa. O también en mi Instagram y mi web.

¿Un sueño por cumplir?

Comprar un terreno y construir mi casa eco. Construir un jardín, y convertir mi coche en eléctrico. ¡Ser lo más sostenible posible! Vivir en calma en la naturaleza y surfear hasta que tenga 100. ¡Y acabar con el teléfono!

¿Un viaje para recordar?

Viajar por toda Europa en verano con mi mujer y una furgoneta, y reír como niños.

¿Una referencia?

“Fue…una ola gloriosa, con colores en sus profundidades tan intensos que se sentían como las primeras ediciones – colores en el océano nunca antes vistos, hechos para esta ola, este momento, y quizás que no se verán de nuevo”.

― William Finnegan, Barbarian Days: A Surfing Life

¿Un lugar donde crear?

En un apartamento, durante un surf trip en algún lugar caliente y remoto. En cama, con la piel seca del sol y del salitre. Los músculos cansados tras surfear todo el día. Arena en los pies, una puesta de sol y el sonido de una guitarra. Naturaleza salvaje, una hoja y un lápiz.

Surfer Rule
info@surferrule.com

Más que surf, olas gigantes y tendencias Surfer Rule, revista de referencia del surf y el snowboard en nuestro país desde 1990, promueve los valores, la cultura y las inquietudes de todos los que amamos los boardsports.

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