PILLAR OLAS EN BREAKS DE CLASE MUNDIAL

Si alguna vez has entrado en algún pico de clase mundial cuando luce bonito, sabes de lo que hablamos: tubos, rocas, fotógrafos por todos lados, pegatinas y un gentío que hace que tengas que estar con los cinco sentidos en el baño si quieres pescar algo.

No es que haya experimentado muchas olas de clase mundial como surfista, pero siempre que lo hago, encuentro una serie de características comunes en todos los baños esté donde esté. Cuando vas a un break mundialmente conocido en un buen día, no importa dónde estés ni que época del año sea (normalmente será la temporada alta del break), más o menos podrás encontrarte lo mismo en un sitio u en otro.

Padang Padang, Bali, Indonesia.

Empecemos por las olas.

Las olas van a estar grandes, ordenadas, potentes y casi con total probabilidad también tubulares. Cuando el asunto está así, tienes que andar al loro, haya gente o no.

Una serie mal colocado y, si no eres una máquina remando, acabarás conmigo flotando en las espumas pensando que tienes que dejar de fumar tabaco y comer tantas hamburguesas (pero sonriendo, siempre).

Las olas grandes y tubulares son especiales, cuando bajas una la energía que recibes directamente en los pies es muy diferente a la de una ola mediocre, como es evidente, pero también tienes que tener en cuenta que el error se paga caro, y a veces y si estás surfeando en reef, carísimo. Por eso tienes que estar muy seguro de cada uno de los movimientos que haces.

También tienes que tener en cuenta que las olas buenas (las buenas buenas), van contadas. Lo más probable es que no puedas ni pegarles una tímida olisqueada desde tu posición, porque en la mayoría de los sitios estas van con nombre.

Teahupoo, un día con mucho ‘tráfico’

Creo que en estos baños hay mucha más gente esperando a la misma ola, que gente que se pilla todas las olas que pueden, porque la diferencia entre las buenas y las no tan buenas es abismal (tubazo celestial o cerrote inmundo). Claro que la buena (la buena buena) va abierta y probablemente sea mucho más fácil y noble que el resto de olas: pero, ¿merece la espera, la lucha y el riesgo de no cogerte ni una en todo el baño?

Cada uno con sus técnicas

Allá cada uno con sus técnicas cuando en el pico hay más de 60 cabezas, pero yo la tengo clara: siéntate cerrado, ten cuidado con la serie y trata de coger una que venga con un ángulo que en el pico no puedan cogerla. No puedo esperar rodeado quieto a una ola, para eso hay que tenerlos bien puestos y no fallar en el momento de la verdad, y yo no sé de eso. Tener la sangre fría te va ayudar mucho en estos baños porque sabes que en el momento clave no la vas a liar.

El resto de surfistas del pico

Otro aspecto a tener en cuenta son el resto de surfistas en el pico. Lo más probable es que estés acompañado por toda la crew local del lugar, un buen puñado de surfistas que han cuadrado el baño con el parte y otro buen puñado de surfistas amateurs o profesionales.

Además, si por algún casual te pillas la ola de tu vida, lo más probable es que la tengas inmortalizada desde varios ángulos porque la cantidad de fotógrafos y filmers en la playa, rocas y agua será directamente proporcional a la de pegatinas en las tablas de tus compañeros de sesión: es decir, alta, muy alta.

Estos factores hacen que si no estás muy acostumbrado a este tipo de baños, te encuentres fuera de la famosa zona de confort. Y esto significa que, o eres consciente de ello y te motivas para pillar lo que puedas, o te quedas flotando librando los tubazos desde el canal.

Cada uno decide cómo juega sus cartas. Meterte en el pico a esperar una buena, remar como un descosido en busca de cualquier ola que pueda llevarte por debajo del pico o sentarte a ver el espectáculo y ver si te cuadra una milagrosamente en el canal.

Lo importante en este tipo de baños, desde mi humilde opinión, es identificar tu barrera de confort y adecuarte a ella. No quieres ponerte en situaciones de riesgo que tu experiencia no pueda aguantar (sobretodo con tantas personas en el agua) y tampoco quieres ser invitado a una fiesta y no probar el vino ¿no?.

Al final este es el juego de todos los deportes de riesgo. ¿Dónde está el límite?

Foto de portada: La Graviere (Hossegor – Francia). Natural Surf Lodge.

Mikel Eslava Anoz
mikel.eslava@opendeusto.es
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