PAPÚA NUEVA GUINEA, LA BÚSQUEDA

El mundo está lleno de “caminos”, caminos que te llevarán a lugares únicos y diferentes, que te  ofrecerán experiencias especiales e irrepetibles. Caminos que te pueden llevar a descubrir lo desconocido  o perderte en lo más remoto… Tú simplemente tienes que dejarte llevar y sentir.

Buscábamos un “camino” distinto, que nos hiciera volver a ver las cosas simples, que nos demostrara por qué nos encanta perdernos y Papúa Nueva Guinea era el lugar perfecto para ello. Un viaje a lo desconocido, a través de la gran isla, descubriendo, aprendiendo, explorando… Buscando olas y nuevas experiencias con sus encantadores habitantes.

No fue fácil decidirnos, apenas existe información para ir por “libre” por la gran isla, casi no hay carreteras, lugares totalmente remotos y aislados, tribus, seguridad…Pero eso no nos quitó las ganas y la pasión por ir a conocer por nosotros mismos, a buscar nuestra historia en este increíble lugar.

Así es Papúa Nueva Guinea

Olas ocultas, vírgenes y solitarias en las que al poco rato de estar en el agua empiezan a aparecer niños, adultos y mujeres diciéndote “WALLIS” (hombre blanco). Montañas misteriosas y tribus, algunas de las cuales no han tenido contacto con extranjeros. Ríos plagados de cocodrilos, que albergan cientos de clanes sanguinarios y pacíficos, donde todavía existe el canibalismo… Un mar de color verde, tan claro que se pueden ver los peces del fondo, los corales grandes y coloridos y la jungla como testigo en todos lados.

Las influencias del mundo moderno, no afectan a este increíble, salvaje y duro país, que aún conserva cientos de tribus y dialectos diferentes en casi todas partes. Algunas tribus son solo accesibles tras horas de canoa por un serpenteante río o tras caminar durante días por las duras montañas.

Viven como si el tiempo retrocediera cien años, sin luz, sin electricidad, sin WIFI…

Transporte

Movernos no es fácil, los PMV (pequeños camiones con asientos), cubren solo ciertas rutas y en algunos lugares es “aconsejable” para nosotros, los extranjeros, no cogerlos o no circular por la noche con ellos, pero para moverte entre pueblos es la mejor y opción más barata. Pregunta bien a los locales y asegúrate de que vayan más mujeres y niños dentro, por precaución. 

Para distancias más largas cerca de la costa, existen los “BananaBoat”, pequeños barcos que van de pueblo en pueblo costero. El problema, es que los sobrecargan y por estos sitios, el mar puede ser muy cambiante y generar grandes olas de la nada.

Gentes

Sus gentes son “enormes”, todos muy altos y fuertes, tanto mujeres como hombres. Tras investigar un poco, descubrimos que por esta zona del pacífico sur, sus ancestros provienen de un homosapien más corpulento y fuerte, del centro de Australia, que los que salieron a la conquista del mediterráneo.  

En las villas y tribus, sus gentes son extremadamente amables. Sorprendidos por vernos a nosotros, nos ofrecen sus casas para dormir, comer… Hay decenas de niños curiosos que salen de la nada en cualquier lugar o saltan al agua a probar las olas.

Normalmente viven en clanes, es decir, todos los miembros de un mismo clan, viven en el mismo lugar, repartidos en pequeñas casas de madera o de bambú. En la zona norte del país, las villas costeras tienen algunos miembros que practican surf con trozos de madera a modo de tabla.

Al norte de Vanimo,  caminamos hasta el final de una pequeña villa, “persiguiendo” el swell. El “clan” local de esa tribu, nos recibió con los brazos abiertos. Sorprendidos,miraban como saltábamos al mar. Los niños jugaban subidos a los árboles o en el mar, la jungla era tan espesa, que casi llegaba a la misma ola.

Sus olas

El auténtico paraíso del surf. Miles de islas y casi seis mil kilómetros de costa, Papúa Nueva Guinea, es el verdadero tesoro del remoto Pacífico sur.

Cuando elegimos este destino, no estábamos seguros de lo que encontraríamos, sabíamos que podía haber olas y sabíamos también que podía haber olas muy buenas… Lo que nunca esperamos, fue ver lo que allí vimos.

  • A lo largo de la Gran Isla: con miles de kilómetros por explorar, los más conocidos, por decir algo, son rompientes que se encuentran a lo largo de Vanimo, Madang y Lae. Derechas, izquierdas, secas sobre un coral casi virgen y tuberas. En todas estarás solo en el agua. En las más conocidas, existe la “Surfing Association of Papúa Nueva Guinea”, a la cual debes pagar para poder entrar a coger olas. El dinero se invierte en las villas y aldeas con potencial para el surf.
  • Las islas:  puede que sea de los lugares más remotos, en los que hemos “buscado”… Recorriendo el Mar de Bismark, en el Pacífico, era imposible no quedarse asombrado con las diminutas islas, algunas más pequeñas que una casa normal. Arena blanca, palmeras y un interminable coral virgen, que las rodean generando olas solitarias y perdidas…
  • New Ireland: el paraíso de cualquier buscador de olas. Una enorme isla dentro del Pacífico sur, rodeada por una interminable barrera de coral de norte a sur, con olas y picos por todos lados. A parte de eso, esta paradisíaca isla está compuesta por otros cientos de islotes y diminutas islas, a pocos minutos en barco.

En definitiva, este “camino” nos llevó a descubrirnos a nosotros mismos en un viaje a través del tiempo, recorriendo lugares remotos y desconocidos, “sintiendo” cada paso que dimos y guardando para siempre cada ola que descubrimos.

Planet of Trips
planetoftrip@gmail.com

Surf, Emociones y Aventuras alrededor del Planeta... En Planet of Trips viajamos para explorar cada rincón que visitemos, tratando de buscar lugares donde aun podamos "sentir".

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