MINIMALISMO, CENTRÁNDONOS EN LO IMPORTANTE

Hace poco Mar Soler nos introducía su estilo de vida. Un ejemplo de forma de vida sostenible en la que un día decidió adentrarse, con vértigo, pero sintiendo que era lo correcto para ella misma.

En el mundo en el que vivimos, muchas veces con prisas, con excesivo materialismo, con relaciones sociales en ocasiones “tóxicas”, con desorden… Todo está conectado. Y es que sin darnos cuenta, el caos de nuestra habitación puede ser el mismo que reside en nuestra cabeza. Muchas veces, se trata de simplificar, no sólo en nuestra cabeza sino también en nuestro entorno. Al final, todo está conectado. Si nuestro entorno es simple, así veremos las cosas. 

“Centrarte en lo que de verdad es importante para ti y eliminar todo lo demás”.

Para algunos puede sonar egoísta, para otros puede que les recuerde a un concepto denominado minimalismo.

Foto: Pixabay

Hoy en día, el minimalismo es un tema desvirtualizado. Sin más ni menos, puede que tú mismo seas minimalista sin ni siquiera saberlo. Es un estilo de vida que abarca múltiples aspectos de nuestra vida y que tiene fundamentaciones teóricas.

Pero, este estilo de vida va mucho más allá. Aprender a ser conscientes, a valorar qué cosas realmente necesitamos y conocer todo lo que nos rodea, no solo nos beneficia a nosotros mismos, sino que creamos una armonía con el medio ambiente, haciéndonos responsables y sostenibles “sin querer”. Al final, todo está conectado.

Eliminar “lo sobrante”

Para adentrarnos en esta forma de vida, hemos hablado con Mar Soler, así como con María Cañal, de “Escarabajos,bichos y mariposas”, dos chicas que llevan años viviendo de esta manera. Además, hemos contado con el testimonio de Kevin Trujillo, de Minimal Spot, quien ofrece guías para iniciarse en este estilo de vida.

Muchos lo consideran un concepto aislado, en el que tan solo eliminas ropa y objetos “sobrantes” de tu casa, pero en realidad el minimalismo abarca todo un estilo de vida. Las personas que toman este camino, ponen foco y toman conciencia de lo que es realmente importante y esencial para ellos mismos. Dicho de otra manera, el minimalismo te enseña a valorar tu tiempo. 

“Me hizo ser plenamente consciente de la cantidad de cosas que tenía que no utilizaba,de relaciones que no cultivaba, la cantidad de objetos repetidos y la cantidad de espacio y tiempo lleno sin sentido. Cuando lo haces con la casa es una manera muy gráfica de verlo. A raíz de esa limpieza, que duró muchos meses, pude ir viendo otras áreas de mi vida y formando un plan con una visión más clara sobre cómo me gustaría que fuera mi vida y mi casa”. – María Cañal.

“Es un proceso constante el evaluar lo que nos rodea, lo que tenemos y a lo que dedicamos nuestro tiempo y energía. Es necesario evaluar no solamente objetos materiales sino también nuestras relaciones personales”. – Kevin Trujillo.

Además, es una forma de autoconocimiento, que te ayuda a descubrir quién eres y qué es lo que más valoras. Un proceso que como decía Mar Soler, “al principio da vértigo”, pero realmente te das cuenta de lo que es bueno para ti. Simplificas todos los aspectos de tu vida y evitas las distracciones.

“Es absolutamente un proceso de autodescubrimiento y autoconocimiento. Te hace redefinir tus valores y tus necesidades y esto es muy importante para la vida. Tantas veces estamos rodeados de personas o cosas que solo añaden ruido y no te dejan ver más allá. Llevar todo a la esencia, a lo básico, a lo mínimo hace que lo que se quede sea lo que realmente aporta, lo que necesitas. Pero para llegar a este punto hay que pasar por momentos en los que dudas, no sabes, y no sale a la primera sino después de unas cuantas vueltas”. – María Cañal.

“Hay veces que en determinados colectivos, como puede ser la sociedad, lo que haces es seguir lo que determinadas personas hacen o piensan, y no te paras a escucharte y a ver lo que realmente tú, como persona, puedes sostener.Mi visión sobre el minimalismo es holistica, es poder llevar una vida más simple para sentirte más pleno. Cuantas menos cosas tienes que prestarle atención, más fácil te va a ser darte cuenta de que es lo que está haciendo ruido en tu mente y en tu vida,  solucionarlo y transformarlo”. – Mar Soler.

Y es que puede que estés pensando que vivir con menos cosas, menos compras, menos consumo, ruido, estrés… significa vivir con “escasez”. Cuando realmente es todo lo contrario, es vivir con abundancia, enfocados en lo que realmente queremos.

Por ello, minimalismo no es solo reducir esas cosas materiales, sino todas las cosas que ocupan un lugar en tu mente: tu trabajo, tus relaciones, creencias…

Es un modo de vida consciente, no una filosofía, pero es fácil de reconocer sus principios en corrientes filosóficas como el epicureismo, que tenía por objeto la búsqueda de la felicidad a partir del equilibrio de los placeres y la eliminación de los temores. Para Epicuro, tanto los placeres como los sufrimientos eran causados por la satisfacción o el impedimento de la satisfacción de los apetitos, que consideraba que podían ser de tres tipos: naturales y necesarios, como alimentarse o dormir; naturales pero no necesarios, como la satisfacción carnal o una buena charla; no naturales ni necesarios, como las ansias de poder o fama; y los no naturales pero necesarios, como el vestido o el dinero.

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No solo Epicuro, la escuela Cínica también ya anunciaba los principios del minimalismo. A los cínicos muchas veces se les conocía como los “perretes”. Los cínicos tenían muy claras sus ideas: aspiraban a llevar la vida feliz y despreocupada de un perro, tanto por su sencillez, como por su desdén ante la forma de pensar de la sociedad de la época. Vivian con lo mínimo: algo para taparse, un manto y una vara. Proclamaban la autosuficiencia: una vida natural e independiente a los lujos de la sociedad. El objetivo era alcanzar la felicidad y esto se conseguía si uno dependía solo de sí mismo.

Los pasos son los de cada uno

Son muchos los que ya “venían siendo” minimalistas años atrás. Y es que el minimalismo es simple, pero es un proceso diferente para cada persona, que se va construyendo poco a poco, y en el que vas descubriendo un sin fin de posibilidades de diferentes aspectos en tu propia vida.

“Descubrí que puedo tener plantas. Es increíble como la casa llena de cosas y la cantidad de energía que lleva mantenerlas me hacía pensar que se me daban mal las plantas y no tenía tiempo para ellas. Una vez llegué a un punto equilibrado en la limpieza, noté que la casa me pedía a gritos plantas. Ahora tengo 5 plantitas que cuido y que están estupendas, no se han muerto y me dan una alegría tremenda. El minimalismo me ha dejado espacio, tiempo y ganas para cuidar más y mejor lo que quiero”. – María Cañal.

Y es que podemos llegar a pensar que para ser minimalista debemos seguir una serie de pasos, pero como nos comentaba Mar Soler, el minimalismo es una cuestión personal, propia de cada uno y apta para todo el mundo. 

“Tenemos que ser sostenibles con nosotros mismos. Si no, nada se sostiene. Debemos escuchar qué somos capaces de sostener, y de ahí llevarlo a cabo. Ir poco a poco, siendo amables con nosotros, lo seremos con los demás. Y con la Tierra. El minimalismo es para todo el mundo. Pero es importante que cada uno encuentre en su proceso, hasta qué punto es capaz de llevarlo a cabo. Observar con honestidad y amabilidad hacia uno mismo que puntos son sostenibles en tu vida para llevarlos a cabo”. – Mar Soler

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“No existe una definicion objetiva que todos tienen que llevar a cabo, desde mi punto de vista no tiene sentido. Invito a que la gente lleve a cabo el minimalismo que cree oportuno para este momento de su vida y que es sostenible para el momento en el que está viviendo”. – Mar Soler.

“La idea de reducir y de intentar vivir con lo que es esencial se puede aplicar a todo el mundo. Pero cada persona tiene un concepto diferente de lo que es necesario, por lo que hay mil minimalismos”.- María Cañal.

Lo que sí es cierto es que en el camino del minimalismo, debemos reflexionar sobre por qué queremos ser minimalistas. Y una vez lo tengamos claro podemos comenzar a actuar. ¿De qué manera? Minimizando.

Comenzar a quedarnos con lo necesario y útil. Para ello debemos trabajar el desapego. De las relaciones, los elementos materiales… No tengas problemas con deshacerte de lo que ya no estás usando, tal como puede ser, ropa demasiado pequeña, los juguetes de tu niñez o tu viejo teléfono. La solución podría ser regalarlos, donarlos…

El minimalismo lo pueden adoptar todos sea cual sea su creencia, religión o modo de vida. Si tienen una familia numerosa o si viven solos viajando de país en país, pueden adoptarlo. No es necesario deshacerte de todo sino enfocarte en lo que más importa y aporta a tu crecimiento”. – Kevin Trujillo.

Foto: Pixabay

Una vez comencemos a practicar el desapego, lo iremos aplicando a diferentes aspectos de nuestra vida. Muchas veces se suele comenzar controlando nuestras compras. Preguntándonos:  “¿En verdad lo necesito?” debemos ser selectivos y elegir las cosas que nos ayuden a cumplir con nuestro estilo de vida. Como resultado, tendremos menos cosas pero serán las más útiles.

“Hay momentos difíciles. Sobre todo el hecho de frenar el impulso. Estamos rodeados de tentaciones a un click. Y de días señalados, rebajas, descuentos, oportunidades. El experimento del año sin compras que hice, cuando estuve durante 12 meses sin comprar nada de nada de ropa o para la casa me ayudó mucho y fue fundamental para la idea que tengo de consumir ahora mismo”. -María Cañal.

Y es que minimizando los objetos, nos daremos cuenta de que también podemos minimizar actividades. Y dedicarnos a las esenciales de nuestra vida. Al dejar de hacer actividades insignificantes, tendremos más tiempo para pasarlo con lo demás. Pero será tiempo de calidad, porque al tener menos objetos, tenemos menos preocupaciones, y menos preocupaciones significan menos pensamientos que nos absorban la cabeza. 

“Como minimalista, debes disfrutar el presente”.

Foto: Pixabay

Convertirse en un minimalista es un proceso constante, el camino empieza por descubrir ¿cuáles son las cosas más importantes para mi?, ¿Cuál es el estilo de vida que deseo tener?, después, poco a poco se trata de buscar cómo ponerlo en marcha, deshacernos de cosas y asuntos que no nos aportan valor, para hacer espacio a cosas que verdaderamente importan y que lejos de parecer simple, nos ayudarán a centrarnos en grandes aspectos de nuestras vidas.

Y tú, ¿te apuntas?

Surfer Rule
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