JUSTINE MAUVIN, LA SURFISTA POLIFACÉTICA

La freelance Sonia Zaghbani nos presenta a la surfista y cantante francesa Justine Mauvin @justinemauvin especialista del tablón.

¿Te puedes presentar a los lectores de Surfer Rule?

Mi nombre es Justine Mauvin, tengo 30 años y soy de la Isla de la Reunión. Empecé a surfear cuando todavía era un bebé. Entonces, mi madre me llevaba en su bodyboard. Poco a poco me puse de pie. A los 9 años fue cuando realmente empecé con el surf y, con 13 años, me enganché con el longboard. He sido dos veces campeona de Francia de Longoard y vice-campeona de Europa.

A las que nos gusta más el shortboard, ¿puedes darnos 3 argumentos para empezar con el longboard?

¡Primero, puedes coger mucho más olas! – risas
Segundo eres libre de hacer lo que quieras en la tabla con la ola,
¡Y tercero, es muy elegante!

Justine Mauvin. Foto ©ROXY

¿Que sientes cuando estás en el longboard y una ola perfecta?

Tengo la sensación de ser una mezcla entre un pez y un pájaro. Cada ola es diferente y la acompaño como si fuera mi compañero de baile, en su forma y su expresión. Me da una sensación intensa de libertad. El hecho de estar por encima del agua me procura una dimensión aérea y esta sensación de deslizamiento no la encuentro en ningún otro lugar en la Tierra.

Eres cantautora. ¿Cómo llegas a conciliar tu amor por el surf y la música?

Para la organización personal no siempre es evidente porque hay que tomar decisiones. Por ahora, no he tenido que llegar a decisiones radicales, así que toco madera. Cada una de las disciplinas contribuye a mi equilibrio diario.

El surf me trae la libertad física, el contacto con la naturaleza, los elementos y todas esas fuerzas que nos rodean que son insuperables. Es una verdadera comunión con la naturaleza.

La música, en cambio, me trae la comunión conmigo misma, con mi corazón y me ayuda a encontrar el equilibrio interior. Todo lo que no puedo expresar en el surf o decir con las palabras en el día a día, lo expreso en la música.

Para mí, uno no va sin el otro. Por este motivo, me siento bien todos los días. Risas

Estuviste en de Papúa Nueva Guinea donde rodaste tu primera película de surf, Kaleleo. ¿Qué recuerdas de este viaje?

Fue un viaje muy intenso. Ese lugar es un libro de la historia de la humanidad. Seguro que volveré allá. Es un lugar precioso y único en el mundo. Este viaje me ha enseñado cosas que ya sabía, pero que no aplico siempre.

Sobre todo en las relaciones con los demás, con la naturaleza. Hay veces que olvidamos estas cosas sencillas. Cosas puras y esenciales que nos hacen caminar por el camino correcto. Este viaje ha vuelto a poner en sitio los auténticos valores de mi vida, en total armonía con la naturaleza.

¿Es esta búsqueda de la experiencia humana y  cultural, es lo que te anima a viajar a destinos pocos comunes?

Totalmente. El surfing fue realmente un extra en el viaje. Buscamos vivir una aventura humana y tribal  Respecto a las olas, no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Era la parte más divertida del viaje.
En definitiva, fue una experiencia extremadamente rica a nivel de aventura, de cultura y  olas. Tuvimos suerte y las condiciones fueron excepcionales, con nadie en el agua.

Ahora, si te pusieras en una situación opuesta. Tienes que marchar a una isla desierta, ¿Qué 3 cosas llevarías contigo?

Fijo, una tabla de surf y una guitarra.
Mi pareja, una amiga o un perro.

Los profesionales del longboard Justine Mauvin y Damien Casteranos trae de vuelta un diario de viaje a los Mentawais y Papúa Nueva Guinea: KALELEO, que ambos se encargaron de producir, sin comprometer la producción. La representación más artesanal que técnica deja mucho espacio para el proceso imbuido de veracidad. Lejos de los típicos viajes de surf que ofrecen los surfistas profesionales, la pareja abandona la civilización y las motos de agua para sumergirse en el “bosque profundo” llamado Kaleleo en lengua Mentawai. 

Llevas practicando artes marciales desde hace tiempo, sobre todo Jiu-jitsu. ¿Qué sinergias ves entre este mundo y tu práctica del surf?

El Jiu-jitsu me aporta mucho. Primero, autocontrol. Me ayuda en el agua a mantener una cierta serenidad y un dominio de mi cuerpo, de mis miembros y, sobre todo, de mi mente.

Luego, me permite mantener el rigor en los entrenamientos y la constancia en general,  y finalmente, como no, fomenta mi fuerza y robustez mental y física.

Precisamente, hablando de fuerza y entrenamiento, ¿cuál es tu rutina surf/fitness diaria, fuera del calendario de las competiciones?

Surf surf surf surf … (risas)
Temprano por la mañana, si es posible. También practico mucho yoga. Por otra parte, la meditación en general me ayuda a fijarme objetivos y volver a centrar mi energía. Para mí es vital estar en conexión con mi cuerpo. También hago un poco de Jiu-jitsu. Creo que con todo eso ya está bien, ¿no? (risas)

En cuanto a la comida, evito comer gluten, no como mucha carne y me gusta comer un montón de frutas y verduras, las cosas que me hacen sentir bien sobre todo. Trato de escuchar mi cuerpo lo más posible y no me privo realmente de nada.

Foto portada Justine Mauvin para @roxy

Surfer Rule
info@surferrule.com

Más que surf, olas gigantes y tendencias Surfer Rule, revista de referencia del surf y el snowboard en nuestro país desde 1990, promueve los valores, la cultura y las inquietudes de todos los que amamos los boardsports.

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