DESCUBRIENDO OLAS: ANDAMAN & NICOBAR

Desde siempre una voz había sonado en mi cabeza, una voz suave que me susurraba su nombre cada vez que nos tocaba movernos a otro lugar. Como si de un imán se tratase, esas islas tenían algo que me atraía hacia ellas, aun cuando no sabía colocarlas ni tan siquiera en el mapa. Sabía que tenía olas vírgenes, que tenia etnias tribales y lo peor: muchísimos cocodrilos enormes de agua salada. Cuando decidimos ir a este grupo de islas perdidas literalmente entre medio del Océano Índico, sabíamos que íbamos a vivir una auténtica aventura.

Al montarse en cualquiera de los barcos que abandona Port Blair rumbo alguna de las islas, uno tiene la sensación de que está entrando en un lugar prohibido, único, un lugar que no entiende de horas o minutos. Andamán es uno de esos pocos sitios que aún quedan en el planeta en que el tiempo se ha detenido y la vida ha continuado lejos del “ruido” del resto del mundo.

3:50 a.m, nuestro avión rumbo a Port Blair estaba a punto de despegar, estábamos muy pendientes de los monzones y cruzaba los dedos para que no nos cogiera en Andaman. Desde el aire se veía algo como nunca había visto antes, aquello era brutal… Un grupo de islas que desde el aire parecían pintadas a brocha, corales preciosos llenos de colores, olas, selva y vida allá donde mirases. Lo mejor de todo, ni rastro del ser humano en la gran mayoría de ellas.

Hasta hace muy pocos años el acceso a ambos archipiélagos era casi imposible, y de hecho las islas Nicobar y varias de las Andamán están todavía fuera del alcance de los viajeros, incluidos los propios indios. Con esta prohibición se trata de proteger los territorios de las diferentes tribus indígenas que las habitan desde tiempos remotos. Sin embargo, la población de estos pueblos ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, y probablemente, estén condenados a una próxima desaparición. Estas islas se abrieron al gran público hace unos años y muchas son las tribus y personas que han sufrido con la apertura del turismo, malos tratos hacia estas tribus, safaris humanos… Las personas que visitemos estas islas, debemos ser respetuosos con estas personas, evitar tratarlos como una atracción, es más, lo mejor es evitar el contacto con ellos en la medida de lo posible, ya que son sus islas y nosotros sus invitados.

HAVELOCK

Una vez aterrizamos en Port Blair, nos encontramos una mini ciudad habitada por hindúes, un poco caótica, pero ya se notaba el estilo propio de cualquier islas, sus gentes eran más relajadas y amistosas. De ahí cogimos un mini barco para ir a nuestra primera parada: La isla de Havelock.

Perla de color blanco y aguas cristalinas, el barco te deja en un pequeño muelle donde los habitantes locales te darán una calurosa bienvenida. Unas pocas playas accesibles pero ¡qué playas! Llegar no es fácil, y el camino puede que este sembrado de cocodrilos de agua salada, pero el esfuerzo merece la pena. De las mejores playas que hemos visto, arena blanca hasta encandilar y agua verde clara. Pero de momento, nada de olas…

 

Un barco hacia el sur, buscando la fuerza del swell del Índico. El sitio más inexplorado, salvaje y el mas virgen, un remanso de paz alejado totalmente del mundo, aún con tribus salvajes y bosques primigenios: “LITTLE ANDAMAN”.

Éramos los únicos extranjeros en aquella isla en ese momento y durante casi tres semanas que pasamos allí. Los amistosos locales del muelle nos comentaban que han visto muchas olas por aquí y es cierto: Olas igual de salvajes e indomables como la propia isla. El llegar aquí es ya de por sí una aventura, desde Port Blair, un viejo barco hace la travesía de un día y medio de duración hasta llegar.

La isla era agua y lagos por todos lados, sus playas no eran las más bonitas pero su lado salvaje las hacia preciosas y únicas. El bosque llegaba hasta la misma orilla de la playa y las huellas de cocodrilo en la arena dejaban claro quién mandaba allí.

Cada cosa que veíamos nos parecía más increíble y única que la anterior: lagartos gigantes cruzando la carretera, carteles de peligro cocodrilos por todos lados, ni un solo hotel, ni restaurante por el lugar. Little Andaman era mi sueño y lo compartí con la persona que más quería.

Nos alojamos en un pequeño Home Stay a las afueras de la “ciudad – muelle” en la parte norte de la isla. Cerca de una playa a la que estaba prohibidísimo ir desde que el sol se fuera… Ya sabes porque.

Conduciendo carretera sur, hacia el rompiente “CROC POINT” Benny y yo siempre parábamos a desayunar en un sitio local, donde una señora de avanzada edad, nos preparaba unos pancakes grandes y finos que de verdad, aun puedo saborearlos si cierro bien los ojos, el horno era de leña y su combustible cacas secas de las vacas de la zona.

OLAS

Varias olas vírgenes esperan ser surfeadas, vigiladas por los cocodrilos, solo tienes que ármate de valor para disfrutar de olas perfectas, tuberas y solitarias. Al norte de la isla hay dos olas que se ven desde la playa.

 Croc Point

Rompiente situado al sur del pueblo principal, bastante complicado y  reef muy afilado, derecha potente pero muy larga para disfrutar.

Kumati point

Ola de fondo arenoso para todos los niveles, situado en la esquina de una gran playa de color marron oscuro, con un buen viento, puede ser un gran baño.

 

Tochangeou

Derecha de mucha calidad si alinean todos los astros. Tubera y con el agua más cristalina que puedas imaginar.

Existen por los alrededores de Croc Point, muchas olas vírgenes de diferentes tipos, solo un gran y útil consejo:

VIGILA LAS HUELLAS DE LA ARENA PARA MANTENER AL MARGEN A LOS COCODRILOS.
Planet of Trips
planetoftrip@gmail.com

Surf, Emociones y Aventuras alrededor del Planeta... En Planet of Trips viajamos para explorar cada rincón que visitemos, tratando de buscar lugares donde aun podamos "sentir".

No Comments

Post A Comment

* Copy This Password *

* Type Or Paste Password Here *




Mostrar Botones
Esconder