Aritz Aranburu y su libro Potxoka

ARITZ ARANBURU PRESENTA “POTXOKA”

Mañana miércoles, 3 de mayo, el surfista vasco profesional Aritz Aranburu presentará su libro Potxoka, un recorrido fotográfico de su trayectoria por Pacotwo, desde sus 16 años hasta la actualidad, en la sala Equis, Madrid.

“Potxoka” una publicación de Aritz Aranburu y Pacotwo. Un compendio de historias, momentos y emociones. Un recorrido de la relación fotográfica desde los inicios de Aritz con un acercamiento progresivo a la persona.

aritz aranburu
Surfer: Aritz Aranburu @aritz_aranburu / Fotógrafo Javi Muñoz “Pacotwo” @pacotwo

Aritz Aranburu

Aritz Aranburu (Getaria, 1985) es uno de los surfistas más influyentes del panorama europeo, el primer y
único español que ha conseguido clasificarse para el exclusivo circuito Championship Tour de la World Surf League.

Férreo amante de la naturaleza, la adrenalina y el viaje, el océano es su casa, el punto cardinal de un
estilo de vida que ha ido forjando a través de un largo recorrido profesional y personal. Aritz es puro mar:
sereno, inquieto, agradecido, desafiante e inspirador.

“El tubo es la maniobra reina del surf. Ocurre cuando una ola con mucha potencia se ahueca y los surfistas encontramos cobijo en ella. Cuando estás rodeado de paredes de agua, el tiempo se para, el foco está únicamente en vivir ese instante. Todo lo demás deja de tener sentido”. Aritz Aranburu

Son las cinco y media de la mañana de un martes de noviembre. Las calles de Zarautz duermen y sólo el
ruido del motor de un coche rompe el silencio. Una escena tremendamente cotidiana, si no fuera porque
quien conduce el coche es Aritz Aranburu y su destino, la playa de Hossegor, en Francia, donde según las
previsiones, se esperan buenas olas al amanecer.

La vida de un surfista se diferencia de la de los demás por un solo pero categórico motivo: que gira en torno al mar. Y el mar no se puede reservar, ni planificar, a veces cuesta hasta preverlo. En el mundo en que vivimos, organizarse en base a los ritmos de la naturaleza es casi un acto de fe, una heroicidad.

Pero a Aritz todo eso nunca le ha importado. Lo único que tiene en mente en ese instante, mientras se acerca a la playa todavía casi de madrugada, es poder meter cuanto antes la cabeza en el agua y sentir, de golpe, la vida.

Quizás, esa manera tan pura y honesta de amar el surf es la que le ha convertido en una persona tan
inspiradora no sólo para los amantes de este deporte, sino también para la sociedad en general.

Aritz siempre quiso que su vida girara entorno al surf. Soñaba con entrar al agua y surfear durante horas,
rodeado de sus ídolos y amigos, viajando por todo el mundo en busca de olas nuevas, experiencias únicas, que le devolvieran una y otra vez esa sensación de estar vivo. Todo lo demás, los reconocimientos, los sponsors, los campeonatos, ha ido llegando… Casi más como una consecuencia que como un fin en sí mismo.

A nivel técnico

El tubo es su maniobra estrella y es incapaz de trasladar en palabras lo que siente cuando está rodeado de esas enormes paredes de agua. Pero como surfista, lo que verdaderamente le diferencia es su autenticidad. No se cansa de surfear, puede estar horas y horas, es incombustible. Un animal. Como si cada vez que entrara al agua fuera la primera. Hasta cuando el mar no está para surfear, siente la necesidad de estar dentro, aunque sea para un baño.

Quienes le han visto crecer dicen que desde niño ya se le intuía cierta particularidad. Era el primero en bajar a la playa, siempre atento, con la mirada fija en el mar, observando cada movimiento. En aquella época, la familia de Pukas organizaba cada año un campamento del circuito mundial de surf en la playa de Zarautz y para Aritz esa era la fecha más esperada del calendario.

Poder ver surfeando en su playa a sus ídolos, que venían de todos los rincones del mundo, a esos atletas a los que admiraba con sus amigos en revistas y videos de surf, sólo alimentaba más su convicción de que algún día, él también podría surfear Pipeline en Hawaii. Esa fijación, sin lugar a dudas, ha marcado su vida en muchos sentidos.

Aritz nunca baja la guardia. Siendo muy joven no sólo le tocó abanderar en Europa un deporte como el surf, sino que eso mismo le hizo vivir un sinfín de situaciones nuevas a las que tuvo que adaptarse rápidamente, igual que un animal se adapta al medio. Quizás por eso es de los que disfruta del placer de viajar en soledad, como una oportunidad de conocerse más y mejor. Es un tío inquieto, curioso, con hambre por aprender de los demás.

Su parte interior

Un amante empedernido de la naturaleza; si no está en el mar, le gusta salir con su bici de montaña y perderse entre bosques. También es un emprendedor nato. Escogió un camino vital muy poco convencional y saber que no iba a ser fácil, le ha servido para retarse cada vez más.

Sus amigos dicen de él que es muy sentido, que tiene una especie de imán que atrapa. Y que se toma muy en serio su responsabilidad para con los demás.

Esa sensibilidad es la que le llevó en 2012 a crear, junto a la modelo Almudena Fernández, la ONG Kind
Surf, una organización socioambiental dedicada a apoyar a jóvenes en situaciones desfavorecidas a través
del surf.

Paralelamente, en 2017, puso en marcha en Zarautz Shelter Surf, una escuela que aboga por sembrar ilusión y conocimiento en todo aquel que quiera disfrutar de este deporte, independientemente de su
edad, nivel o condición física.

Fiel embajador del mar como terapia, no cesa en su afán de difundir y facilitar que se experimente y por ello ofrece conferencias y jornadas de presentación.

Anhela poder compartir su enganche al mar y al surf en cada conversación y continúa retándose, buscando siempre aventuras, viajes, olas y competiciones que le lleven a las mejores condiciones para seguir disfrutando del agua.

Hablar de Aritz y desligarlo del surf, como si fueran dos entes paralelos, como si no fueran la misma cosa, es impensable. No hay, ni ha habido, ni habrá un Aritz Aranburu que no sea puro mar.

“Recuerdo cuando llegó a Australia. No tenía un talento sobresaliente, pero sí una enorme determinación. Le otorgamos el Premio Andrew Murphy, que reconocía al surfista que mostraba un mayor espíritu. Aritz sigue siendo quien era cuando lo conocí, siempre humilde y sonriente. Se ha convertido en uno de los mejores surfistas del mundo gracias a su pasión por el mar y sus ganas de
esforzarse”.

Aritz Aranburu y su libro Potxoka

Surfer: Aritz Aranburu @aritz_aranburu / Fotógrafo Javi Muñoz “Pacotwo” @pacotwo

ONG Kind Surf @kind_surf

Escuela de Surf en Surf Eskola Zarautz Shelter Surf @sheltersurfeskola

Últimos trabajos:

CROSSING BORDERS – SURF SEARCH IN AFRICA

LA ISLA DE LOS TIGRES

Surfer Rule
info@surferrule.com

Más que surf, olas gigantes y tendencias Surfer Rule, revista de referencia del surf y el snowboard en nuestro país desde 1990, promueve los valores, la cultura y las inquietudes de todos los que amamos los boardsports.

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