18 Feb PABLO FERNÁNDEZ, EL PRIMER SURFISTA INVIDENTE DE ARGENTINA

Fernando Aguerre es el presidente de la ISA (International Surfing Association) y una de esas personas de larga carrera y experiencia en el mundo del surf.

En Honu Beach, un día soleado, volvió a reunirse con Pablo. Pablo Fernández perdió la vista cuando era niño, y el surf le enseñó a ver y a sentir el mar como nunca podremos hacerlo los que vemos.

Dos caminos que se encontraron

Fernando Aguerre es además el cofundador de Ala Moana Surfshops, en Argentina.

Conoció a Pablo en California, surfeando en aguas frías, y reconoce que se trata de un surfista ‘de esos que aparecen una vez cada tanto’.

Pablo es el primer surfista invidente de Argentina.

“Somos 40 millones de surfistas que surfeamos en todo el mundo. Más otros tantos que quieren empezar a hacerlo mañana. Pero como Pablo hay pocos”.

¿Cómo vive y siente Pablo el mar?

Pablo puede, parado frente al mar, decirte cómo están las olas. Puede saber si entra una ola de izquierdas y si el viento le entra bien o no.

Pablo no ve, pero siente el viento en su espalda, y oye cómo rompen las olas.

Cuando surfea y entrena, a veces va acompañado de un asistente o alguien que ‘le canta’ las olas. Reconoce entre risas que en ocasiones escucha un aviso alarmado de la llegada de una ola grande, y que luego no lo es tanto. “Forma parte de la diversión” dice sonriente.

“Algunas veces me cantan cómo rompe la ola, si va de izquierdas o derechas. Pero otras veces no me dicen nada, y si estoy bien encarrilado en la ola, escucho cómo va rompiendo detrás de mí”.

¿Qué diferencias hay con los que ‘ven’?

Para Fernando, los que vemos “estamos muy distraídos con la visión, por los ojos” para apreciar esos detalles del surf. “Para nosotros eso que hace Pablo, parece imposible”.

Para Pablo, “la vista es un sintetizador de emociones, más rápido que los otros sentidos. Los otros sentidos necesitan de más esfuerzo, más práctica.”

Ambos, cuando se encontraron, nos mostraron una vez más que el surf no conoce de barreras.

Sobe todo para quienes aman y sienten el mar como lo hacen ellos. El surf se siente y se vive desde lo más profundo del corazón.

¨Estamos en una frecuencia hermosa. Estoy feliz¨ dijo Pablo al salir del agua y surfear una ola junto a Fernando.